miércoles, 5 de septiembre de 2007

El mal boomerang

Si cuando viene el mal lo apartas lanzándolo lejos te volverá como un boomerang.
Todo lo que uno no soluciona vuelve.

Decía Jodorowsky que el mundo esta lleno de histórias bellísimas que andan volando por todos los lados y que debemos obedecer siempre a la intuición y no a la razón.
¿Cuál es el problema siempre? confundir manias con intuición.
La intuición es un camino que tu cuerpo y tu emoción ya conocen, un camino de bienestar cuya brújula radica en tu chackra cardiaco.
Las manias son limitaciones mentales y emocionales, prejuicios, taras, obsesiones: manías en definitiva.
Al final la brújula sería esta: si haces algo por/con miedo: no es la motivación adecuada. Si haces algo por/con amor: por ahí vas bien.

Y como para avanzar un paso a veces hay que retroceder tres hay que bucear en el malestar y en las preocupaciones, no regocijarte en ellas a modo masoquista pero sí observarlas desde dentro, como un entomólogo que estudia a su bicho con interés.
La lupa de la atención, poco a poco, irá quemando todos los rastrojos insignificantes que nosotros creiamos gigantes.
Hay que aprender desde dentro, desde la sangre. La mente, en realidad, no aprende nada.

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